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martes, 14 de marzo de 2017

A VER SI ME EXPLICO

escritura creativa



No creo que nadie debiera escribir su autobiografía hasta después de haber muerto. (Alguien A. Dicho). /I don't think anyone should write their autobiography until after they're dead. (Said S. Omeone)

LET ME EXPLAIN MYSELF... A VER SI ME EXPLICO...


                                                                                            Leer en español      Read in English


 ¿Por qué escribimos? Tal vez nuestro trabajo requiera que preparemos artículos, informes o notas. Para algunas personas es una manera de escapar de la realidad, o les proporciona un alivio emocional. La escritura también nos puede descubrir quienes somos o lo que pensamos. Podemos escribir para entretener, para persuadir, para expresar nuestras creencias y sentimientos, o para compartir nuestro conocimiento sobre un tema.
 Al hablar la entonación, la expresión facial y los gestos facilitan la comprensión. Nada de eso nos sirve cuando escribimos. Por el lado positivo, la escritura nos da la oportunidad de reorganizar nuestras ideas, y de elegir más acertadamente nuestras palabras y frases.
 Como cualquier otra habilidad, se puede aprender y mejorar si utilizamos tres componentes: instrucción, practica y revisión de lo hecho o, en este caso, de lo escrito. Todo ello nos ayudará a evitar algunas de las imperfecciones más comunes: monotonía en el vocabulario y en las estructuras, demasiada palabrería, ambigüedad...
 Al final de este post os incluyo una infografía con cualidades que debería incluir un texto escrito. No os preocupéis, todo esto lo iremos viendo con el tiempo.
 Vamos a ver unos cuantos ejemplos prácticos. 
 Dos fragmentos de cartas. Ambas hablan de sentimientos. Y sí, he corregido un poco la puntuación y la ortografía. Eso, claro, no evita que la primera siga siendo insoportable y la segunda entrañable. La única razón por la que yo leí entera la primera carta —larga, repetitiva y confusa— fue porque quería elegir qué parte de ella incluir en este post. En nuestro diario podemos permitirnos soltar confusas parrafadas filosóficas con la esperanza de que nadie nunca jamás las vaya a leer, pero hay que odiar mucho a alguien para enviarle una carta como esta y además esperar que la lea enterita. Por el contrario, la segunda carta, también larga, me dejó con ganas de mucho más.



 De todas formas he vivido lo que ha sido contigo, pero por qué he querido, yo que necesitaba darme cuenta de todo por experiencia propia sin teorías, me involucré demasiado. Eso me lleva ahora a necesitar salir con fuerza y hasta pasándolo mal, pero me enriquece.
 Supongo también que de igual forma todo lo que veo de malo en ti yo, aun cuando reprimido, pero también lo hubiera querido vivir antes; por lo tanto, y con la misma intensidad, yo sé que también de malo lo tenía, pero ahora estoy en transformarlo y espero que todo pase al olvido, y necesito valorarme, quizá no totalmente en lo que soy sino en lo que puedo ser o en realidad soy dentro de mí y me cuesta tanto descubrir; o sea, que me voy a poner a hacer cosas que me hagan sentir bien aun cuando me cueste dejar este boli aparcado al igual que el cigarro, el radiador y el sillón.
 A la una, a las dos y a las tres. Inspiro y arriba con fuerza.
 Esto también es una teoría, pero ahora y cada vez con mayor intensidad lo creo y lo vivo.
 Son frases y teorías que a mucha gente se le ocurren o que las han vivido, pero la mayoría de las veces te dicen que es así, pero no te dicen como hay que hacerlo y la verdad creo que es imposible hacerlo. Solo se puede creando el estímulo y la motivación en los demás, pero para ello y la mayoría de las veces sobran las palabras. Estas solo confunden en la mayoría de las ocasiones ya que son engañosas, otras.





 … y ahora van y ponen en la radio “Por tu ausencia”, y nos quedamos todos más cortados que yo que sé, sin saber si reír o llorar. Y Miguel dice, todo optimista: “Es una canción muy bonita y lo que dice es lo que se debe de hacer. El tío de la canción ha perdido a la chica de su vida y en vez de llorar, le canta con todo su cuerpo. Nosotros no las hemos perdido así. Tenemos la suerte de que estén vivas y sean felices y disfruten, y hasta las podemos ver. No seamos egoístas, tenemos que estar contentos de que se puedan alejar de esta basura y vuelen alto, como las gaviotas en el mar. Venga, nada de llorar, tíos.” Le quiero a este crio, yo. No sé si ya lo he dicho, pero es cierto. Siempre sabe decir lo que conviene. Sebas acaba de leer esto que he puesto y me dice: “Oye, oye, que a este crio le queremos todos ¿vale?”, pues vale, y Carlos va y se lo dice a él, el muy cotillo. Se pone colorado. Acabamos diciéndole que no se lo crea, que en el fondo es un gamberro... pero Carlos dice que no, que es majísimo y le queremos mucho.






 Otros dos fragmentos de cartas. La primera apenas transmite nada. Su único propósito parece ser cumplir con la promesa de “te escribiré” y poco más. A la autora le justifica la edad, pero no cometamos nosotros el mismo error. Ya que nos ponemos en contacto con alguien, asegurémonos de que lo poco o mucho que escribamos aporte verdadera información. No hagamos perder el tiempo al otro. La segunda carta logra el objetivo y entretiene; no hay ni una sola frase prescindible.


 ¿Qué tal estás? Supongo que te habrás ido al colegio. ¿Qué tal el cole? Yo muy bien. Hay un chico en mi clase que... bueno que... ya sabes. ¿Hay alguna chica en tu clase? Espero que sí. La última noche en el campamento fue la mejor. A mí es la que más me gusta. El año que viene quiero volver aunque me llamen “Cosa” o “the momy”. A mí no me importa que me llamen así porque yo sé que no lo soy. ¿Has escrito a alguien? Yo sí: a Jorge, a Lucia y a Fran. Por favor, escríbeme ¿Vale? Aunque no nos llevamos muy bien creo que “everybody” podemos mejorar nuestra amistad.





 Y volviendo a cambiar de tema: ¿te acuerdas de una chica que conociste en la fiesta de Santi que se llamaba Soraya, esa que iba detrás de ti todo el día? Pues justo el mismo día que te fuiste tú, se cayó por las escaleras de su casa y ¡toma estacazo! Se rompió una pierna enterita. Le han tenido incluso que unir un hueso que se le había salido y no sé que follones. Andrea tuvo que invitarla a su cumpleaños porque si no su madre no la dejaba celebrarlo, y se tuvo que estar sentada en el sofá desde las 9 de la noche que empezó hasta la 1:30 o cosa así que acabó. No pudo bailar, no pudo hacer nada, y encima como estaba tan idiota, se estuvo sola más de la mitad del rato. Últimamente no sale de casa. Alguna vez que he pasado por su casa la he visto sentada en la terraza de la buhardilla del chalé leyendo algún libro. Bueno, hoy estamos a 15, digo 16 de Septiembre, la carta no llegará hasta el 30 o así, así que espero recibir tu carta con la foto y contándome un montón de cosas para el 15 de octubre. Como no me la mandes puntualmente, en junio cuando vengas vas a saber lo que es bueno.
 Ahora sí que se me va a hacer muy tarde y voy a tener que irme corriendo a ducharme, vestirme y todo, porque mi madre está ya casi arreglada esperándome con mi sobrino, que por cierto está muy grande y muy guapo.
 Se me olvidaba. Recuerdos de todos.
      Good-bye, tío bueno.




 Con todo esto y las cualidades que incluyo en la infografía ya tenéis instrucción con que practicar para luego revisar lo que escribáis. Recordad que esos son los tres componentes para aprender una habilidad. Bueno..., vale... Ya que insistís tanto, os añado dos o tres ideas más, pero cortitas, ¿eh? Antes de escribir sobre un tema informaos lo suficiente.
 Por ejemplo:
 A) La siguiente frase en una lápida da una definición no autorizada de “cristiano”:
                Aquí vivió y murió un verdadero cristiano,
                Amó a sus amigos, y odió a sus enemigos.

 B) El que escribió esta otra lápida no sabía que un cuerpo físico, vivo o muerto, no puede estar en dos sitios a la vez:
               Aquí debajo descansa John Round
               Que desapareció en el mar, y nunca fue encontrado.


 De acuerdo: lo bueno, si breve dos veces bueno. Ahora bien, a veces compensa emplear algunas palabras más para que nuestro mensaje no sea tan ambiguo como el de esta lápida.
                Murió en paz
                Su esposa murió primero.

 Y, ahora, sí, acabo. Vosotros a practicar.









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