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martes, 14 de febrero de 2017

SAN VALENTÍN: ¿DE LA AMISTAD AL AMOR?

SAN VALENTIN: AMOR DE PADRES


Amigos son aquellos extraños seres que nos preguntan cómo estamos y se esperan a oír la respuesta. (Alguien A. Dicho) ./ Friends are those strange beings who ask us how we are and then wait to hear the answer. (Said S. Omeone)

SAINT VALENTINE: FROM FRIENDSHIP TO LOVE?/ SAN VALENTIN: ¿DE LA AMISTAD AL AMOR?



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 ¡Ay, esa complicada zona gris en las relaciones en las que no sabemos si nuestros sentimientos hacia alguien han pasado de la amistad al amor romántico...! No sabemos si la otra parte siente lo mismo hacia nosotros, no sabemos si lo que sentimos ahora es realmente amor o un efímero subidón emocional. ¿Me arriesgo? ¿Y si pierdo su amistad por dar un paso adelante?.
 Os presento a cuatro personas que decidieron dar ese paso. Espero que os gusten las cartas tanto como a mí que decidí que iba a incluir las cuatro aunque el post resultara un poco largo.

                                                                                      

 Pero os echo de menos. Sobre todo a ti. Yo te tengo y te tendré un cariño superespecial.
 Por cierto, ¿tienes moto? Es que como ya tienes 14 años ya puedes conducir moto.
 Hace un año ya que no nos vemos. Por cierto, mi cumple es el 30 de septiembre. ¿Eres libra? Yo sí.
 Me ha gustado la idea de que a los 18 te vengas en coche a visitarme. Como somos tan amigos, podríamos vivir juntos algún día.
 Y... ¿quien sabe? A lo mejor el destino nos une y tenemos algo especial. Bueno, vamos a esperar los cuatro años y ya veremos.
 Imagínate, tú y yo solos, perdidos en una isla desierta...
 Nada, nada, fantasías mías.
 Por cierto, estamos cerca el uno del otro porque yo veraneo en Tarragona ¿y tú? Te daré mi dirección.  Bueno, me voy a dormir.
 Chao.
 P. D. Escríbeme las cartas más largas y con la letra un poco más clara.
 Muchas gracias.
 Te quiere.




El viernes fue un día muy chungo. Fue un día muy rallante, sólo tuve dos horas buenas durante todo el día. De 7:55 a 10:00. ¿Sabes? Cuando te vi en mis escaleras me alegraste la mañana. Vaya si me puse contento. Eres para mí mi alegría, me das vida, eres mi gran amiga. Sabes lo que eres para mí, lo que significas. Eres la persona en la que confío más. No te he engañado nunca, siempre te he sido sincero. Hay cosas que duelen y no es que me enfadara contigo el viernes, pero me supo muy mal. Te explicaré el porqué me supo tan mal. Me llamaste. Te pregunté: "¿Qué haremos?" Y no lo sabías. Solo bajar me dijiste: "Vamos al parque un momento, que está un amigo." Y, al final, estuvimos toda la noche allí. Después te acompañé y te quedaste con unos amigos. Eso es lo que hicimos, ¿verdad?
 Resulta que días antes me dijiste: " El viernes nos vamos al Fellini." Te dije: "No tengo ánimos, ni pasta." Me contestaste: "No pasa nada, así te animas. Ya te lo pago yo."
 No me agobié el viernes. Estaba a gusto en el parque, pero no es lo que hablamos. Dijimos que lo pasaríamos juntos, con peña si vinieran, que lo pasaríamos bien. ¿Por qué te fuiste o hiciste planes? También no sé que día me dijiste: "El sábado si estoy sola, te vienes a comer a mi casa.".
  Tampoco fue así. Si no te apetece, no lo digas, pero no me hagas sufrir. No sufro porque me gustas, sino por hechos de ese tipo.
 Si la verdad es que te comería, me gustaría tener una relación, pero eres una de mis mejores amigas y quiero que sepas que eso no cambia, aunque me gustes.
 Para mí eres mi vida. Lo eres todo. Medita en lo que te he dicho. No pasa nada si no tienes ganas de salir por ahí, o de divertirte. Si te agobio, me lo dices porque me estoy entregando al 100 % a ti.
 Bueno, decirte que te quiero como amiga, y que me gustaría estar contigo como pareja, pero, por favor, no me engañes.
 Un par de besazos y un par de abrazos.
 Te quiero



 Sé que te va a extrañar la forma en que te vaya a escribir estas cartas, pero prefiero contarte las cosas conforme vayan ocurriendo; es una manera de mantenerte al corriente de todo lo que se cuece por el camping.
 A lo mejor te perecerá una tontería que te escriba tan pronto, pero es que ya tengo noticias que darte: el día pasó demasiado lento ayer sin tu compañía, así que hice de tripas corazón y procuré mantenerme ocupada haciendo cosas en los ratos libres porque si no me ponía a pensar en estos días que hemos pasado juntos y me ponía mala.
 Para mí ha sido sorprendente esta situación. Casi no me la creo. Es más, creo haber estado durante tres días viviendo en otro mundo, el tuyo y el mío, y cuando te marchaste y volví a la realidad, me enfrenté realmente a la idea que no había querido dejar entrar en mi cabeza: ya no estabas haciéndome compañía, ya no estabas armando el lio, ya no venías a quedarte por las tardes como acostumbrabas... Tú ya no estabas, pero cada cosa que hacías se vuelve a repetir a mis ojos, y me duele porque no te tengo.
 Echo de menos tu risa, tus manos, tu olor, tus dulces palabras, tus ojos llenos de lágrimas... Te echo de menos y no sé cómo llenar ese vacío. Siento que el alma se me rompe en dos cuando te recuerdo a mi lado, paseando, intentando esquivar los sapos de la carretera.
 A pesar de que han sido pocos días, multitud de detalles y recuerdos se agolpan en mi cabeza, y no hago sino pensar qué estarás haciendo ahora, si estarás bien (porque te fuiste de aquí con mucha pena) y si me echas en falta como yo a ti.
 Espero que mis palabras no te asusten, y quiero que sepas que ante todo somos amigos, que nos vamos a escribir todo lo que podamos y que intentaremos vernos.
 ¿Sabes? Tal vez una historia como esta solo puede ocurrir en el marco en el que se ha desarrollado, rodeados de naturaleza. En una palabra, de Pureza y Claridad, si ha sido así, me dolería, pero aceptaría lo que viniese. El tiempo debe decirlo todo.
 Quiero que sepas que mi amistad es sincera, que me pareces una persona encantadora, dulce, cariñosa, y que por eso he estado tan a gusto estos días contigo.
 Si por cosas de la vida, lo nuestro no llegase a ninguna parte, ante todo queda una bonita amistad y un cariño inmenso, y eso no muere nunca.
 En fin, voy a dejar mi lado sentimental y voy a contarte algo que tal vez te alegre: este año, bueno, este verano voy a quedarme a trabajar en el camping hasta el 25 de septiembre, así que si querías venir y te viene demasiado corrido venir aquí la semana que viene, puedes aplazarlo un poco (sinceramente, yo tengo muchísimas ganas de verte).
 Ya tienes el teléfono del camping, así que si vas a venir, me avisas ¿vale?.
  Un besazo muy fuerte.
 Te echa de menos y te quiere.



 Llevo toda la semana con ganas de escribirte, pero no me decido, y es por una causa. Quizás pienses que debería ser al contrario, pero es que me siento bastante mal, y no sé cómo expresarlo.
 ¿Te acuerdas que estuvimos hablando en el bus acerca de que era muy difícil hacer entender exactamente lo que sientes a otra persona? Puede ser por las limitaciones del lenguaje, pero bueno, lo voy a intentar.
  El día que llegué a casa, por cierto, medio dormida, medio despierta, me sentía en otro planeta, estaba como en una nube: tenía sueño, había estado cuatro días en Barcelona, te echaba de menos, echaba de menos tu ciudad, era domingo y casi no había gente por la calle, sola en casa... Me entró una angustia...
 Y luego el lunes a clase y yo que no podía despegarme de este malestar, tan chungo.
 Sinceramente, me está dando un poco de palo escribirte, pero creo que si una relación no se basa en la absoluta sinceridad, ha muerto.
 Mis amigas dicen que, tarde o temprano, acabaremos juntos. Yo creo que eso ahora no va a ser porque tienes la cabeza y el corazón en otra parte, y yo no se ya ni lo que pienso ni siento. Pero como esto siga así, me huelo chungo el pescado.
 Seguramente te estés quedando flipado con esta carta. No pretende ser una declaración de amor porque de lo contrario creo que te lo hubiera dicho directamente. Solo intento reflejarte cómo está mi cabeza por dentro, tengo un cacao impresionante. Quizás sea porque todavía no he aterrizado de las vacaciones, o que me esté formando un lio mental yo sola, o porque siempre me estás diciendo que soy muy guay, que te sientes muy bien conmigo... Yo sé que es cierto, y, en principio, no tiene por qué pasar nada más allá, pero, así es la vida.
 ¿Te acuerdas de la noche que estuvimos hablando en el banco del parque sobre qué hacemos en esta vida, para qué hemos nacido? Pues creo que ya sé, para complicárnosla; la mía, al menos, es así.
 No puedo dejar de acordarme de ti. Ayer había concierto de Camela y cada vez que veía los anuncios, pues venga, a pensar en ti... Espero que se me pase pronto esta paranoia porque si no voy a volverme loca. Bueno, no sé si te habrás hecho una idea, quizás equivocada, de lo que quiero decirte. Si no, puedes preguntarme lo que sea, e intentaré aclarártelo en la medida de lo posible. Lo que quiero que te quede claro es una cosa: que no estoy intentando ponerte en un aprieto, ni mucho menos, ni te estoy haciendo mi confesión. Solo que, a mi parecer, nuestra relación ha progresado y se ha enriquecido mucho, y no sé dónde ni cómo interpretarla en mi cabeza.
 Espero noticias sobre tu vida.
 Perdona si esta carta ha sido tostón tremendo pero es que necesitaba contártelo, sino iba a reventar.
 Sin más, me despido con un beso y un abrazo muy fuerte.




 Y este es el momento en que si os apetece podéis comentar sobre el tema o incluso contar alguna experiencia tal vez no personal, sino que “le pasó a un amigo”.





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